lunes, 24 de octubre de 2016

Vivo al revés

Vivo al revés,
despierto y es la cena,
despierto cuando escribo
y vivo a duras penas.

Vivo al revés
y claro me confundo
puedo intuir el mundo
pero sigo a tus pies.

¿Ves? Me escuchan ojos que no ven,
latidos que no suenan,
y manos que no sienten.

¿Crecer? Yo no quiero hacerlo en balde,
Ya hay millones de adultos
sin saber lo que hacen.

¿Qué crees? solo seguro de mi carga
y de que el mundo avanza
pero puesto del revés.

¿Qué es? no son luces de color
ni cauces de algodón
solo la miel de tus labios.

¿Y qué si me quedé sin calor?
perdí la imaginación
y la ilusión con los años.

Mira, aquí las palabras vuelvan
como el viento que te empuja
o trae polen de primavera.

A mi vera, no quiero profesionales
sino personas reales
pa' la vida y pa' otras penas.

Y yo, solo luzco mi condena
por el luto que promulgo y que la hace placentera
alumbro con mis velas
al mundo y su mecenas.
Tu me das un pedazo, y yo te quiero entera.

martes, 12 de julio de 2016

El equilibrio

La vida pasa, y uno solo trata de encontrarse… ¿pero alguna vez lo conseguiré?, es una buena pregunta.

La vida no es más que una sucesión de derrotas, una sucesión de cosas, elementos inoportunos, indecisiones, blasfemias, necesidades no necesarias, decepciones… pero entonces ¿por qué vivimos? Supongo que por la otra cara de la moneda, pero ¿realmente hay vidas que sean plenamente equilibradas? Habrá vidas mejores que otras? No lo sé. Si vives en un mundo en el que tus viejos tienen guita, puede que tengas más suerte, pero no hay caso, en realidad da igual esa basura, porque tu mundo es artificial, estás tan protegido que no conoces la naturaleza. Pero si eres un callejero tampoco conoces el confort… algo te quita otro algo, y ¿dónde está el equilibrio? ¿Y quién lo inventó? Quizás el equilibrio es el caos. El caos que hace que cosas tan maravillosas como la vida aparezcan, el caos que hace que cosas como el mundo se creen.

El caos nos ha dado cosas tan increíbles como Star Wars, o el helado de Vainilla y chocolate, o las gotas oculares para la irritación. Pero también el caos nos ha dado cosas tan horrendas como la tortura, la violación, o las bombas atómicas… Fruto del caos son obras maestras, fruto del caos también fue Chernóbil. No encuentro un equilibrio en el caos… ni en el orden. El orden tampoco es equilibrio. Fruto del orden son los genocidios, y fruto del orden también son obras como El jugador, de Dostoievski.

El equilibrio puede que esté en la variedad, la tremenda cantidad de mujeres, hombres, gustos, colores, formas, opiniones… ¿y no es eso caos? Si eso es caos, ¿es el caos orden? ¿Es el equilibrio caos, y el caos orden, y el orden equilibrio? ¿Son cosas separadas? ¿O pueden juntarse y dar a luz a una misma?

lunes, 20 de junio de 2016

Poema a Marina 040516


Mi dualidad espantas,
todo sentido manejas.
Me trepas la cabeza
vieja, fiera, y cree que sabia.

Me penetras y me cambias;
no mi esencia, de hito a hito.
Me bendices y me salvas
cuando me das algo escrito.

Naturaleza mansa,
de sensaciones de grito.
Desde un lugar recóndito
Al fondo de un vaso de chupito:
“Soy, sobretodo por tus calmas,
Amante de tus prófugos ojitos
Así como de tus piernas largas”.

lunes, 6 de junio de 2016

No sé por qué soy feo, si yo me siento guapo.

            Me siento feo. Pero, ¿por qué debería sentirme feo? Cuando me miro al espejo no veo nada que me desagrade. Veo a una persona normal, una persona que tiene rasgos normales. Cuando me miro al espejo, veo a una persona afortunada, porque no tiene nada que le dificulte hacer cualquier cosa que forme parte de una vida normal.
            La realidad es que probablemente no cumpla las expectativas visuales de la mayoría de la gente, no todo el mundo cumple las mías, es normal, el libro de los gustos está vacío. Pero vaya, esta afirmación me hace volver al principio ¿por qué debería sentirme feo? Probablemente es porque los rechazos que he tenido que vivir, los errores que otras personas han cometido hacia mí, mi sensibilidad, y la problemática que es vivir encerrada en el primer mundo hacen que se acentúe la inseguridad en mi persona.
            Me siento feo por esas inseguridades, y cuando siento esas inseguridades me miro al espejo, y sé que todo está en mi cabeza, que cambia, mucho y muy rápido, porque me miro y no veo nada más que un cuerpo, un cuerpo que no me desagrada a mí, un cuerpo que no agrada a todo el mundo, pero sé que si pasara mi vida intentando agradar a otra persona sería a costa de no agradarme a mí. A la persona que agrade la agradaré porque me agrado y no porque intento agradarla a ella.
            Me quiero, me encanto, me gusto mucho, porque sé que nada de lo que no me agrada es permanente. Aunque ahora esté muy delgado, sé que algún día podré coger peso. Aunque se me caiga el pelo, sé que algún día no habrá más pelo que perder. Aunque fuera extremadamente fuerte, sé que algún día sería débil. Aunque tuviera una barba maravillosa y harmoniosa, sé que ésta comenzaría a crecer, y que perdería estas cualidades.
            Yo soy bastante superficial. No me quejo de no gustar físicamente, simplemente lo acepto, porque yo soy igual. Creo que es antinatural no ser superficial. Las flores se visten de vivos colores en primavera para atraer a los insectos y que éstos esparzan su polen, no sé qué hay de malo en que a los humanos también nos ocurra eso. La razón mal encauzada ha hecho mucho daño, eso, o el exceso de tiempo libre de algunos que se han dedicado a pensar, no lo sé.
            Pero sé que un cuerpo no lo es todo. En mi experiencia he conocido muchas mujeres muy bellas, pero la mayoría de ellas me han causado atracción, y luego hastío. Pocas son las que me han causado atracción, y luego excitación excesiva. Estas últimas son las que tienen un conjunto mente – alma (hay quien llamaría a este conjunto la dualidad cuerpo – alma), el que me vuelve loco.
            Existe un tipo de personas que sufren un problema cuando conocen a alguien. Este tipo de personas se califican como ‘soñadoras’, entre las que me incluyo, y este problema, al que hay quien lo calificaría como defecto, quien lo calificaría como virtud, y quien lo calificaría como locura, tiene el efecto de que cuando conoce un cuerpo que le gusta, y en el que en un rápido vistazo no detecta un lenguaje corporal negativo (y esto suele pasar a menudo porque los soñadores son gente muy inocente), llena a ese ser de todo lo que le gustaría que fuera por dentro, y enseguida se sienten genial al lado de esa persona. Me encanta esa cualidad de mí, de verdad. Creo que esa cantidad de cariño gratuito sería la cura para muchos males del mundo, es un cariño tan sincero fruto de una atracción puramente física, que me parece casi perfecto.
            No os dejéis llevar porque estoy diciendo todo esto del físico, que no caiga en el olvido la necesidad de mi doble atracción para que se produzca el ‘romance’ que siempre busco. Puedo decir con orgullo, aunque quizás debería decirlo con vergüenza que no busco solo sexo en una mujer, pero que podría acostarme con alguien una única noche, no sin sentir después que me he traicionado a mí mismo.
            Releo lo que he escrito, y creo que me gusto por dentro. Mucho. Hace un tiempo no me gustaba ni por fuera ni por dentro. Acepté un falso testimonio que determinaba que yo “soy feo”, y en consecuencia empecé a quererme y a cuidarme mucho por dentro. Cuál fue mi alegría cuando descubrí un día que me gustaba por fuera. Al haberme empezado a querer por dentro, había comenzado a quererme también por fuera, es increíble.
            No sé por qué me siento feo si en mi dualidad me quiero, si en vuestra dualidad os amo. Pero a través de este texto he llegado a la conclusión de que es porque mucha gente no comparte lo que digo aquí, porque otra gente no me lo ha hecho ver así, y porque a otros tanto no les he entendido cuando me han dicho lo mismo con otras palabras.
            Esta noche estuve con mis amigos, y en un momento de lejanía mental pregunté “¿por qué no estoy con nadie, con la cantidad de chicas que me parecen atractivas?”, ahora lo sé. En primer lugar, porque no conozco a muchas, o no lo suficiente para que cumplan esa dualidad. En segundo lugar, porque a ellas les puede pasar exactamente lo mismo conmigo. Y en tercer lugar porque no siempre la atracción es correspondida.
            El libro de los gustos está vacío, y en consecuencia no hay instrucciones para entender la atracción, pero es una suerte sentirse atraído por uno mismo, eso te capacita para sentirte atraído por otras personas. Lo que sigue siendo una incertidumbre, aún al final de este texto, es que yo siga sin saber por qué, en determinados momentos, me sienta feo, o inferior ante otras personas en los aspectos relacionados con el apareamiento, cuando soy totalmente normal, cuando soy muy afortunado por ser totalmente normal.

            Lo que no es normal es que exista una palabra como ‘normal’ y que además exista una como ‘anormal’, es propio de nosotros, somos un mundo de ganadores, y como necesitamos destacar para demostrar que somos más aptos para el apareamiento que otros de una forma lógica, inventamos que existen perdedores. Los perdedores nunca nacieron, y los que así se califican son simples ganadores que han perdido el norte, ganadores a los que les han convencido de lo contrario. No soy feo, me habéis metido en la cabeza que tengo la posibilidad de ser feo o de ser guapo cuando ninguno de esos conceptos tiene la cualidad de ser objetivo, y si no es objetivo, no puede ser plenamente cierto.

lunes, 30 de mayo de 2016

Poemas de ayer Vol.10: Imaginación [15/10/2014]

Atraviesas bajos techos,
charcas y campos de olivo.
Apenas te siento en el pecho
sueles huir como un bandido.

Eres algo irreflexivo,
intuitivo y altruista.
A veces iniciativo
y otras veces un artista.

Nocivo si te enquistas
en un solo tema.
Enemigo que da pistas
pero que no consuela.

Tu nombre es mi sistema
para pasar a la acción.
A ti mi imaginación
te regalo este poema.

lunes, 23 de mayo de 2016

Poemas de ayer Vol.9: 5º pensamiento [08/04/2012]

Entiendo que lo que no entiendo
es como entenderte si no me entiendo.
Con tiempo. Sintiendo, amando,
queriendo. Riendo, llorando,
con tiempo.

Entiendo que lo que disfruto
no lo disfruto si no sé que lo disfruto.
Tranquilo. Respira, reflexiona,
atiende. Pregunta, responde, sonríe,
tranquilo.

Si no entiendes por qué disfrutas,
pero disfrutas por no entenderlo.
No es que se te haya ido la cabeza de ruta,
es que eres feliz sin saberlo.

lunes, 16 de mayo de 2016

Poemas de ayer Vol.8: Soneto para Sheila [06/07/2011]

Miradas que lo dicen todo
una manta en una noche fría
convertir la pena en alegría
y luchar codo con codo

en tu boca los planes suenan mejor que en los de otros
cuando no tengo ganas consigues que ría,
y cuando lloras, consigo que sonrías
tus ojos, de mi vida, son el coto.

Gracias porque en aquellos momentos
has sido auténtica amistad
e intento estar atento

a tus huella sobre el mar
a reconocer tus talentos
me quieres, no puedo pedir más.